domingo, 13 de noviembre de 2011

Después de Navidades...

No hemos terminado todavía de digerir los turrones y ya se va acercando el que para muchos es un día bastante importante.
Ya empiezan tus hijos, tu marido, tu familia, tus amigos... a preguntar la frase famosa; Este año vamos al Santo??
Es difícil resistirse a la tentación de poder verlo salir de su ermita y gritar con tu gente ¡VIVA SAN ANTONIO ABAD!! Pero este año creo que lo veré desde la televisión, por primera vez creo en lo que llevo de vida, este año me parece diferente, quizás todo lo ocurrido estos últimos meses, mis idas y venidas espontaneas al pueblo quiera vivir mi Santo en silencio, pedirle que para el año que viene pueda estar allí con esa alegría que me caracteriza cuando lo veo y estar con todos en la puerta de mis padres para recibirlo.
Cuando miro esta foto,  solo veo las ausencias de las personas que se van marchando de tu vida y quizá me vea reflejada con las que al igual que esta se asemejan pero con la gran diferencia de que el adulto eres tú y que lo mismo que tu has vivido se lo has pasado a tus hijos que seguro  si Dios quiere el día de mañana pensaran igual que yo, por que ese sentimiento es una de las mejores herencias que podemos dejar.


Sólo espero y deseo que todos los triguereños pasen estos días como se merecen, y que dejen a un lado todo lo que en nuestro país está ocurriendo, que no falte esa alegría de ver a su Santo de nuevo en la calle, así que aquí os dejo un

 ¡VIVA SAN ANTONIO ABAD! ¡VIVA EL PATRÓN DE TRIGUEROS!


lunes, 25 de julio de 2011

La alegría de mi vida



A punto de cumplir los 38 años, llega en tu vida un momento de parar y reflexionar si el trayecto de la vida que has seguido ha sido positivo o negativo.
Para muchas personas mi vida ha estado muchas veces al borde del abismo, así quizá también la podría definir yo, pero si me pongo a pensar en este pequeño recorrido, también lo resumiría en una sola palabra AMOR.
Del amor del que yo hablo es del amor de un hijo, ese ser que
ha crecido en tu vientre y que te gustaría que el tiempo pudiera retroceder para sentirlo tuyo de nuevo.
Cuando miro a mi niña y veo como poco a poco se va alejando me acuerdo de las palabras de mi madre cuando me decía "cuando seas madre.. sabrás lo que duelen los hijos".
Judith nació el día anterior a la cabalgata de Reyes y ese día conocí el cielo y el infierno a la vez, mi niña que tras 24 horas de duro parto había nacido con una deformación en sus pequeños piececitos y aunque los médicos me daban fe que ese problema se podía tratar, yo como madre en esos momentos no sabía ni lo que pensar, aunque poco tiempo me dieron para pensar ya que un problema mayor llegaba, el mismo día de Reyes se acercaron unos médicos a mi cama y me comunicaban que tenían que trasladar a mi niña a otro hospital, ya que las analíticas decian que podía tener una posible infección en la sangre. Sin duda alguna el peor día de mi vida. Mientras a todas las mamas que habían dado a luz ese mismo día la llenaban de regalos y flores, yo solo quería que me dejaran sola, que fueran donde estaba mi niña.
Mamita que razón tenias, como duelen.
Después de darme el alta, los siguientes días me los tiraba en el hospital materno-infantil que estaba al lado del Camp Nou, y por mucho que las enfermeras me decian, -tienes que descansar, la niña está bien aquí. Yo no podía, desde las nueve de la mañana hasta las once de la noche allí me quedaba, bien mirándola detrás del cristal o cuando me dejaban entrar para cogerla un ratito. Gracias a Dios los resultados salieron negativos y mi niña estaba bien, por fin nos íbamos a casa, eso si antes debíamos pasar por otro hospital para que le miraran sus pies, después de una larga espera en el hospital Sant Joan de Deu, conocimos a la que sin duda iba a ser el ángel de mis niños, la Doctora Anna Ey, empezando por su dulzura, profesionalidad, humanidad... No hay suficientes elogios hacía ella. Aquel día mi niña salió con sus piernas escayoladas y poco a poco sus pies iban tomando una forma de lo más normal.
Cuando Judith tenía once añitos, decidieron operarla y realizarle una transposición de tendones en los dos pies, la operación aunque dolorosa, fue un éxito, la operación se realizó en el mes de Octubre y aquel año aunque todavía no estaba del todo recuperada decidió en las fiestas de mi querido Santo, pasar toda la noche conmigo detrás de nuestro viejito como promesa a que todo había salido bien y que podía caminar.
Hoy por hoy quiero dedicar esta página a mi niña, mi brazo derecho, que aunque a veces nos peleamos, se que nos queremos mucho, te pido perdón si alguna vez te hice daño, se que te fallé pero mi niña, quien es perfecto en este mundo, Yo no.
Ahora con tus catorce añitos, me siento muy orgullosa de ti, y sé que todo lo que te propongas lo tendrás, y que si algún día te caes, yo te ayudaré a levantar.

Te quiero mucho mi niña. no cambies nunca



martes, 15 de marzo de 2011

OTRA PRUEBA MÁS

Cuando piensas que las cosas no pueden empeorar siempre hay algo que ocurre que hace que de nuevo vuelvas a equivocarte.
Muchos pueden pensar que siempre me esté quejando de todo y que las cosas pasan por que es así como han de ocurrir, yo tengo mis dudas, creo que nosotros creamos el destino de muchas de las cosas que nos pasan aunque otras vienen sin haberlas invitado.
Si cuando era niña y vivía en Barcelona me hubieran contado lo que me iba a ocurrir en mi vida, habría pensado ¿de que novela se han sacado estos semejante historia?.
Doy mil gracias a todos aquellos que siempre me han estado apoyando, aunque en muchas ocasiones la soledad, como dice mi querido José Luis, siempre ha estado ahí en silencio, muchas veces convirtiéndose en mi enemiga.
Hoy me dispongo a escribir, a desahogarme un poco de todo lo que a mi alrededor ocurre y también de lo que están haciendo con nuestra querida España los gilipollas enchaquetaos, que con tantas prohibiciones y tanto gasto absurdo están haciendo de esta nuestra España de un sitio que con tristeza muchos la miramos y no reconocemos.
Como experiencias vividas tengo pa dar y regalar y ya como estoy acostumbrada, púes uno más ni se nota.
Ahora me quedo unos cuantos meses sin marido, por qué como hay que buscar trabajo donde haya y al precio que les de la gana pues nada animo y al toro, no me hago más que decir en esta vida, vamos Montse que tu puedes, Dios, pero hasta cuando?
El otro día me puse a pensar en la edad que tenía y en todos los sueños que cuando era una niña había imaginado y aunque parece mentira, tengo que dar la razón a muchos que me decían, que ya no tenía dieciocho años, y aunque con tristeza lo digo, les doy la razón.
Me he negado toda mi vida de dar un paso hacía delante, siempre miraba hacía atrás en el tiempo, hasta que por fin me he dado cuenta que aquello pasó, lo bueno y lo malo, todo ha pasado ya y he de olvidarme, no me daba cuenta que estaba inmersa en recuerdos y aunque este temporalmente sola ante el peligro y aunque todo lo que vea a mi alrededor no me guste, he de seguir hacia delante, luchando por los que me quieren y por los que quiero.

viernes, 14 de enero de 2011

A MI QUERIDO PATRÓN

Se acerca el gran día y el pueblo seguro que ya huele a romero ardiendo, seguro que también se escuchan los repiques de las campanas de tu ermita y todo el mundo se prepara para poder volver a verte salir como haces año tras año y generación tras generación.
Te hablo a ti que aunque a su vez estés cerca te veo tan lejos. Parece ser que otro año he de quedarme sin poder recibirte en la casa de mis padres, que otro año no podré acompañarte en esa noche que a la vez de fría es la noche más cálida del año, espero que no te dejen solo por qué tu no nos dejas ni cuando de este mundo nos vamos.
Tantas cosas te diría y tanto te pediría que a la vez me siento egoísta porqué al menos y desde una televisión te veré y desde un frío móvil escucharé de nuevo como llegas otra vez a mi casa y gritaré como hago tres años "VIVA SAN ANTONIO ABAD".
Aunque te conocí siendo muy niña hasta que no cumplí los dieciséis y gracias a mi tía Carmen que me llevo a conocer las fiestas mis ganas de estar allí estos días se acrecienta, cuando vivía en Barcelona aprendí a resignarme ya que la distancia era mucha pero ahora que tan cerca estoy he podido ir en más ocasiones, siempre ha de suceder algo por el cuál no podamos ir, si no es económico es por trabajo, mucha gente no podría entender que sentimiento tan grande se siente cuando ves que se acerca el día y tú no puedes ir.
Siempre me pasa lo mismo, intento decir lo que siento pero realmente no se ni como expresarme, con las vacaciones ya cogidas y con las maletas en la puerta, pero...así es la vida, nadie dijo que era fácil.
Mi querido Santo, te pido por todos los que quiero, y espero que cuando pases por mi casa también te acuerdes de los que en cuerpo no estaremos pero si desde nuestro corazón siempre te tendremos. Gracias de nuevo por elegir Trigueros.
Un abrazo

VIVA SAN ANTONIO ABAD